La comisión de regulación y la agencia nacional de contratación
Date
2019-07-31Authors
Molano Veleño, Michel FelipeDirectors
Ibañez Najar, Jorge EnriqueEvaluators
Rincon Salcedo, Javier RicardoPublisher
Pontificia Universidad Javeriana
Faculty
Facultad de Ciencias Jurídicas
Program
Derecho
Obtained title
Abogado (a)
Type
Tesis/Trabajo de grado - Monografía - Pregrado
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Citación
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Resumen
La adopción de políticas públicas lo mismo que la gestión pública necesaria para su ejecución, son herramientas esenciales para la consecución de los fines del Estado, entre ellos, la satisfacción del interés general, así como garantizar tanto la protección como la efectividad de los derechos de las personas en general, al tiempo que, igualmente, constituyen instrumentos para promover, garantizar y mantener la confianza en la actividad estatal. Esta tendencia, cuando menos novedosa del ordenamiento colombiano, se ha desarrollado con mayor auge desde la Constitución Política de 1991, en la que se consagró un modelo estatal más progresista, aunque menos intervencionista que, a la vez, generó una serie de controles de diferente índole que, sin embargo, al día de hoy no han logrado dar plena satisfacción a los objetivos y fines a ellos atribuidos.
Por su parte, la contratación estatal es uno de los principales instrumentos para la ejecución de las políticas públicas y, por lo tanto, de manera especial, de la gestión pública, para la ejecución de los recursos públicos sea que ellos estén incorporados en el Sistema Presupuestal General de la Nación, en los Esquemas Presupuestales de los Sistemas Generales de Participaciones, en los Sistemas Presupuestales de las entidades territoriales e, inclusive, en los presupuestos de las entidades privadas que recaudan, administran, invierten o destinan recursos de origen público. Por ello, la contratación estatal debe observarse bajo dos ópticas: la primera, referida a las clases de contratos cuya tipología, requisitos de existencia y validez y demás aspectos relacionados con su contenido y alcance están definidos principalmente en el derecho común y solo en algunos casos especiales por las reglas de derecho público; y, la segunda, que se refiere a los mecanismos de estructuración, planeación, sistemas y procedimientos de selección, adjudicación, celebración, ejecución y liquidación del contrato estatal, los cuales se regulan íntegramente por normas de derecho público, conforme a un régimen común contenido en el Estatuto General de Contratación o a regímenes especiales contenidos en normas especiales. De acuerdo con tales ópticas, todas las entidades que integran la administración pública en sus distintos órdenes y niveles, realizan gestión contractual como expresión de la gestión pública para la ejecución de las políticas públicas.
Empero, desde hace varias décadas, la contratación estatal sigue estando cuestionada por diferentes razones con base en las cuales se pone en duda la transparencia, la selección objetiva y la competitividad, lo mismo que la eficiencia, la eficacia, la oportunidad y la economía de la gestión pública, a tal punto que -como lo han revelado principalmente los medios de comunicación-, han florecido los llamados carruseles de contratación y germina y se extiende, de una manera preocupante la corrupción -tanto de agentes privados como de agentes estatales- alrededor de la dicha contratación y frente a los ojos apenas expectantes de los organismos de control, la lupa gris de las autoridades de investigación criminal y la incredulidad, asombro e impotencia de la opinión pública.
Ahora, salvo las reglas que gobiernan los sistemas de contratación, no existe una entidad pública que tenga por propósito fundamental ordenar -mediante regulaciones de carácter administrativo, distintas de las que resultan del ejercicio de la potestad reglamentaria de la ley-, coordinar, dirigir, seguir, monitorear, inspeccionar, vigilar y controlar administrativamente el ejercicio de las gestión pública contractual a cargo de todas y cada una las entidades que integran la administración pública en todos los órdenes y niveles, así como de las particulares que administran recursos de origen público que se utilizan mediante la celebración de contratos a los que por ello se les aplican los principios de la contratación estatal. Dos avances han sido, la creación del sistema de información en materia de contratación, por una parte y, por la otra, la posterior creación de la Unidad Administrativa Especial Agencia Nacional de Contratación Pública - Colombia Compra Eficiente, con el objetivo de proponer políticas públicas y utilizar herramientas orientadas a la articulación de los partícipes en los procesos de compras y contratación estatal con el fin de lograr una mayor eficiencia, transparencia y optimización de los recursos del Estado.
La finalidad esencial que persigue el presente trabajo con base en la investigación adelantada que aquí se desarrolla, es proponer la creación tanto de una Comisión de Regulación como de una Agencia Nacional de Contratación Pública, con el objeto de garantizar la planeación y la gestión adecuada del sistema contractual y, de contera, restablecer la confianza en el sistema de contratación estatal.
Abstract
The adoption of public policies, as well as the public management necessary for their execution, are essential tools for achieving the goals of the State, including the satisfaction of the general interest, as well as guaranteeing both the protection and the effectiveness of the rights of people in general, while also constitute instruments to promote, guarantee and maintain confidence in state activity. This trend, at least novel in the Colombian system, has developed with greater boom since the Political Constitution of 1991, which enshrined a more progressive, although less interventionist, state model that, at the same time, generated a series of different controls. nature that, however, to date have failed to give full satisfaction to the objectives and ends attributed to them.
For its part, state contracting is one of the main instruments for the execution of public policies and, therefore, in a special way, of public management, for the execution of public resources whether they are incorporated into the System General Budget of the Nation, in the Budget Schemes of the General Participation Systems, in the Budget Systems of the territorial entities and, even, in the budgets of the private entities that collect, administer, invest or allocate resources of public origin. Therefore, state contracting must be observed under two perspectives: the first, referring to the types of contracts whose typology, existence and validity requirements and other aspects related to their content and scope are defined mainly in common law and only in some cases special by the rules of public law; and, the second, which refers to the mechanisms for structuring, planning, systems and procedures for the selection, adjudication, conclusion, execution and liquidation of the state contract, which are regulated entirely by public law norms, according to a common regime contained in the General Contracting Statute or to special regimes contained in special norms. In accordance with such optics, all entities that integrate public administration in their different orders and levels, perform contractual management as an expression of public management for the execution of public policies.
However, for several decades, state contracting continues to be questioned for different reasons based on which transparency, objective selection and competitiveness are questioned, as well as efficiency, effectiveness, opportunity and economy of public management, to the point that - as the mainstream media has revealed - the so-called recruitment carousels and germinates and spreads, in a worrying way corruption - both private agents and state agents - around of the said contracting and in front of the barely expectant eyes of the control agencies, the gray magnifying glass of the criminal investigation authorities and the disbelief, astonishment and impotence of public opinion.
Now, except for the rules that govern contracting systems, there is no public entity whose main purpose is to order - through administrative regulations, other than those resulting from the exercise of the regulatory power of the law -, coordinate, direct, follow, monitor, inspect, monitor and control administratively the exercise of contractual public management by each and every one of the entities that integrate public administration in all orders and levels, as well as individuals that manage resources of public origin that they are used through the conclusion of contracts to which the principles of state contracting apply to them. Two advances have been, the creation of the information system on contracting, on the one hand and, on the other, the subsequent creation of the Special Administrative Unit of the National Agency for Public Procurement - Colombia Compra Eficiente, with the objective of proposing public policies and use tools oriented to the articulation of the participants in the procurement and state contracting processes in order to achieve greater efficiency, transparency and optimization of State resources.
The essential purpose pursued by this work, based on the advanced research carried out here, is to propose the creation of both a Regulatory Commission and a National Public Procurement Agency, in order to ensure proper planning and management of the contractual system and, in turn, restore confidence in the state contracting system.
Keywords
Contratación estatalGestión pública contractual
Ejecución de políticas públicas
Ejecución financiera
Regulación
Vigilancia
Keywords
State contractingPublic contractual management
Execution of public policies
Financial execution
Regulation
Surveillance
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